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domingo, 25 de mayo de 2014




Bamidvar


La Construcción de un Liderazgo 




El cuarto de los Cinco Libros de Moshé es llamado comúnmente Números, porque comienza con un censo del pueblo de Israel, pero en hebreo es conocido como Bamidbar, que significa literalmente: “en el desierto”. Es fascinante notar que la raíz de la palabra hebrea para “desierto”, midbar, ( מידבר ) es daber, ( דבר ) que significa “hablar”, y uno de los temas recurrentes de este libro es justamente la lucha -los diálogos y debates- permanente por el liderazgo que tuvo lugar durante los cuarenta años que los judíos deambularon por el desierto. 
Pero paradójicamente, cuando uno se imagina un desierto, piensa usualmente en una enorme, árida extensión de penetrante silencio. Iaakov, Moshé y David eran líderes del pueblo judío que cultivaron su potencial innato de líderes mientras cuidaban sus rebaños en el silencio meditativo del desierto. También muchos profetas encontraron el silencio del desierto como un ambiente perfecto para la experiencia profética.
Una alusión al silencio que precede y lleva al potente discurso de un líder está contenida en la palabra más misteriosa de la Biblia, jashmal, utilizada por el profeta Iejezkel para describir su pasmosa visión de la carroza: 
“Y miré y contemplé un viento tormentoso viniendo del norte, una enorme nube y una llamarada de fuego y un resplandor había por encima, como jashmal, saliendo de en medio del fuego.”

Jashmal se traduce a menudo como el “color del electrum” o el “color del ámbar”, pero los sabios entienden que no era sólo un color sino una energía, y por cierto el hebreo moderno lo traduce como “electricidad”. Dividiéndola en sílabas produce dos conceptos contrapuestos: “silencio” (jash) y “palabra” (mal). Esto sugiere que el estado del habla rectificada viene precedido de una preparación meditativa tranquila en silencio. En un nivel más profundo, está describiendo un estado simultáneo de “silencio” en el hablar y de “hablar” en el silencio.
La idea de la palabra en el silencio es ilustrada en la vida de otro profeta, Eliahu. Huyendo de la ira del Rey Ajab y su esposa Yezabel, cuyas sendas malvadas había condenado, Eliahu llegó al desierto del Sinaí. Fue allí que tuvo un encuentro con Dios, descripto en un inolvidable pasaje del Libro de los Reyes:

Y he aquí, que Dios iba pasando y un grande e impetuoso viento rompía los montes y despedazaba las piedras ante Dios, pero Dios no estaba en el viento. Y luego del viento, un terremoto, pero Dios no estaba en el terremoto. Y después del terremoto, un fuego, pero Dios no estaba en el fuego. Y después del fuego, una voz suave y silenciosa. Y cuando Eliahu la oyó cubrió su rostro con un manto y salió y se paró en la entrada de la caverna. Y luego una voz le dijo: “¿Qué estás haciendo aquí, Eliahu?”

Esta voz “silenciosa” es la manera en que Dios le habla a cada uno, de acuerdo a la preparación que tenga para escuchar Su mensaje personal.
La experiencia de Eliahu con la voz suave y silenciosa de Dios ocurrió en el desierto, un lugar donde Dios, en muchas ocasiones, Se revela al líder en potencia, a veces desprevenido. Este es el lugar donde el líder se enfrenta por primera vez con la tarea que tiene por delante, la misión que es exclusivamente suya.
Conceptualmente, el desierto representa el espacio mental donde la chispa de liderazgo, aletargada dentro de cada uno de nosotros, tiene la oportunidad de crecer a pesar del entorno desfavorable, como una planta en el desierto. Allí se encuentra una atmósfera natural de separación y aislamiento, que brinda espacio para la contemplación y la meditación, el silencio necesario antes de que el líder sea revelado, primero a sí mismo y a Dios, y sólo después a su pueblo.


El fenómeno de un futuro líder experimentando un período de “letargo” o “silencio”, ingresando más tarde en su rol, está presente en alguna medida en las historias de casi todos los héroes bíblicos, sobre todo en Moshé y David. Sus historias ilustran una importante faceta del liderazgo, el llamado a la acción. Dios busca un líder para Su pueblo y lo desafía a liderarlo.
En el caso de David, Dios le ordenó al profeta Shmuel que encuentre un reemplazante para el rey Shaul, quien no había seguido las órdenes de Dios respecto a la guerra con la nación de Amalek:

Y Dios dijo a Shmuel: “Cuánto tiempo seguirás llorando por Shaul viendo que lo he rechazado como soberano sobre Israel. Llena tu cuerno con aceite y ve, te enviaré a Ishai de Betlejem, porque he provisto para Mí un rey entre sus hijos.”

En el caso de Moshé, el diálogo frente a la zarza ardiente se considera como el ejemplo supremo de Dios designando a un individuo que se resiste en principio a asumir un rol público.

“Ahora ve, te estoy enviando al Faraón, y traerás a Mi pueblo, los hijos de Israel, fuera de Egipto”. Moshé le dijo a Dios: “¿Quién soy yo que debo ir al Faraón? ¿Soy capaz de sacar a los hijos de Israel de Egipto?”

Esto, justamente, apunta a una paradoja más: el prototipo de líder judío es una persona introvertida, que por naturaleza reniega, en su timidez, de tomar un rol central en la escena. Y es precisamente este tipo de personas que no buscan la fama o la gloria a quienes Dios elige para liderar. Cuando comparamos este modelo de liderazgo con el de la sociedad moderna nos llenamos de sorpresa. Hoy en día, se busca estudiar ciencias políticas para liderar, o ingresar a la política como profesión, perfeccionando aquellas habilidades que permitan competir en el mundo del dinero y el poder. En el pensamiento judío, el liderazgo es una responsabilidad que uno debe asumir, pero nunca como un medio para satisfacer una necesidad de dinero y auto engrandecimiento.

(Extraído del libro Despertar de la Chispa Interior, versión española en preparación)

El Enfoque Cabalístico de las Ciencias Políticas
RECTIFICACIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL
DEGEL
EN CAMINO HACIA ESTADO JUDIO (A)
La frase: "Un estado judío en la Tierra de Israel" toca las fibras más profundas del corazón de cada judío. Durante generaciones, desde la destrucción del Templo y el exilio a la diáspora, hemos creído y esperado, rogado y soñado con la reunión de las diásporas y nuestro regreso a la vida digna en nuestra Tierra, pidiendo a Dios que "rompa el yugo de la las naciones de nuestros cuellos y nos lleve erguidos a nuestra tierra".1 El objetivo final de nuestro anhelo es la redención completa, la llegada del Mashíaj y la construcción del Templo. No hay duda de que un Estado judío es un componente esencial y central de la gran imagen de la redención del pueblo de Israel.
Sin embargo, está claro que el estado que se estableció el 5 de Iyar de 5708 (1948), tal como está hoy, está todavía muy lejos de esa visión onírica que ha calentado nuestros corazones desde hace casi dos mil años. No es difícil entender por qué muchos de los judíos observantes de la Torá y las mitzvot son reacios a identificarse con el Estado y sus símbolos. Como prueba de este problema están las fiestas de Iom Haatzmaut, en torno a las cuales se libra una controversia larga e intensa dentro de la comunidad religiosa en Israel.
Introducción a la Plataforma
Uno podría suponer que las diferencias de opinión no van a terminar en un futuro próximo. Sin embargo, podemos y debemos elevarnos por encima de ellas y unirnos en cuanto a la cuestión principal, que es: ¿qué tipo de Estado queremos y qué estamos haciendo para lograrlo?Esta es una actividad constructiva y positiva que no sólo se refiere a lo que ha sido y a lo que existe actualmente, sino que se dirige principalmente al futuro con el objetivo de corregir y sanar la realidad, En lugar de insistir sin cesar en las situaciones del pasado y del presente. Esta visión debe ser tan acogedora y agradable que cada judío quiera identificarse fácilmente con ella, culminando en una masa crítica de cambio - el "punto de inflexión"- cuando un amplio espectro del público estará activo en la materialización de la visión.
Pero antes de que presentemos nuestra "plataforma" para rectificar la situación, es importante hacer hincapié en que el orden no debe ser percibido como inflexible -como una secuencia matemática, sino más bien como una sugerencia inicial dentro de la cual hay una gran cantidad de espacio para la flexibilidad. En la práctica, tenemos que tener oídos sensibles a lo que sucede en la realidad. Como en el concepto cabalístico de la "luz que retorna", ver lo que hay que hacer y la mejor manera de actuar en cada momento dado. Esto es porque la realidad es dinámica, y al igual que nuestra psique no necesariamente funciona "según los libros" y no será nunca un ordenador programado, así también la vida real está en constante desarrollo y evolución. Por lo tanto se necesita un alto grado de sensibilidad para determinar cómo actuar dentro de ella y la forma de elevarla.2
La Motivación Espiritual: la Corona
La rectificación del Estado de Israel comienza desde la sefirá de keter (corona) "por encima del suelo". A partir de aquí fluye el resto del sistema. Al igual que una corona que se coloca en la parte superior de la cabeza, esta sefirá representa el nivel de experiencia supra consciente en el alma. Dentro de la corona están los tres niveles de fe, placer y voluntad.
Lo primero que se necesita para cambiar una situación es la fe, especialmente la fe que comienza con la creencia en Dios, el Creador, que es el único bien, y concluye con la fe en el futuro sonriente que nos espera, "Creo con perfecta fe que Mashíaj llegará".3
Después del nivel de la fe viene el placer, donde la fe abstracta comienza a integrarse como una experiencia inicial de placer puro y simple que revive el alma. Aquí, incluso la fe en la venida del Mashíaj ya no es algo etéreo y vago, sino que se manifiesta como una fuerza motivadora, que podemos aprovechar para fomentar un estudio en profundidad de esos temas de la Torá que se relacionan con la redención.
Desde el poder del placer nace la fuerza de voluntad, ese poder resuelto sin el cual nunca nada se podría lograr. Esto no es sólo un tipo de fe que flota por encima de las limitaciones del tiempo, ni es simplemente deleitándose en la imagen del futuro prometido, sino que es un impulso activa para levantarse y hacer algo, con la certeza de que "nada se interpone en el camino de la fuerza de voluntad.” Con fuerza de voluntad uno puede superar los obstáculos utilizando estrategias que bajan hasta los detalles más sutiles en el camino a un Estado Judío sin olvidar el objetivo final.
La Autoridad de la Torá – Sabiduría
Una vez que se han establecido los fundamentos de la fe, se llega al nivel de la conciencia revelada. El primero de los poderes conscientes del alma humana está en la sefirá de Jojmá (sabiduría), "El principio es la sabiduría".4 La sabiduría no es todavía la percepción intelectual en sí, sino como una chispa inicial, una experiencia innegable de ver la luz de la verdad.
En el contexto de la rectificación del estado, la sabiduría significa reconocer que la autoridad de la Torá está por encima de toda otra autoridad, porque la Torá es una "Torá de la verdad", y sólo hay una verdad. Obviamente, la Torá misma otorga amplias facultades a las normas sociales y las leyes del país, ya que los sabios nos enseñan: "La ley del reino es ley".5 Sin embargo, esto incluye tomar en cuenta nuestra "brújula moral", que indica una jerarquía en la cual la ley de la Torá está por encima de las leyes hechas por el hombre. Esto sale a la palestra en particular en la ley que establece que cada vez que hay una contradicción entre las mitzvot de la Torá y el decreto del rey (incluso un rey judío que fue ungido por un profeta), la ley de la Torá tiene preferencia.6
Podría parecer que prima facie, podríamos pasar por alto esta etapa, porque por desgracia hay muchos judíos hoy que no ven a la Torá como la fuente última de autoridad. Sin embargo, la regla máxima de este proceso de rectificación es que "nada está perdido".7 Así como creemos en la Torá, también creemos en el pueblo judío en su conjunto y confiamos en que tarde o temprano el proceso de teshuvá se intensificará, hasta que la gran mayoría de la nación aceptará amorosamente la autoridad de la Torá. Para ello, debe ser refutada la representación amenazante actual de "un estado dirigido por ley de la Torá", mostrando en su lugar cómo "el Estado de la Torá" es lo más bonito y adecuado para nosotros como pueblo.
En las primeras etapas, será necesario que por lo menos los judíos que reconocen la Torá, expresen este reconocimiento mediante el establecimiento de un orden correcto de prioridades, en el que la Torá tome el lugar como la autoridad última y definitiva.
La Conciencia de Totalidad – Entendimiento
En la psiquis humana, la sefirá de biná (entendimiento) es la etapa en que la luz de la sabiduría se integra y se hace tangible como una percepción intelectual integral y bien definida. En el contexto actual, vamos a colocar la conciencia de la integración en esta etapa de reconocimiento, la integridad de la Torá, la integridad del pueblo y la integridad de la tierra de Israel.
La totalidad de la Torá significa que la Torá debe ser identificada como una entidad compuesta en la que cada faceta contiene santidad, pero sin embargo, sólo cuando toda la Torá se percibe como una unidad que incluye todo, puede ser comprendida correctamente. Cuando "la Torá de Dios es completa, revive el alma".8
La totalidad del Pueblo Judío pasa a primer plano en la afirmación de que "Todos los judíos son responsables unos de los otros",9 y cada judío tiene una parte integral de la imagen completa. Esta es también la raíz de la actitud correcta hacia la conversión, al expresar luminosamente nuestra aprobación a aquellos justos conversos que se unen al pueblo judío, mientras que cuidamos no aceptar las conversiones falsas, que aceleran el peligroso proceso de matrimonios mixtos que ponen en peligro la integridad de la nación.
La totalidad de la Tierra de Israel es la simple constatación de que toda la Tierra Santa fue dada a todo el pueblo judío por Dios, el Creador. Este derecho fundamental se mantiene incluso cuando el pueblo judío se encuentra en tierra extranjera, y es aún más cierto ahora que hemos regresado a nuestra tierra, la poblamos y la reclamamos de manos extranjeras a través de una extraordinaria Providencia Divina (por ejemplo, la Guerra de la Independencia y la Guerra de los seis Días, que recordamos durante el mes de Iiar).
"Tú Nos has Elegido" - Conocimiento
Después de la sabiduría y el entendimiento viene el conocimiento. La sefirá de daat (conocimiento) no es un poder puramente racional, sino un poder del alma que activa la conciencia intelectual y la trae a un primer plano en el campo de las emocionales del alma. Conceptos tales como el reconocimiento y la responsabilidad, libre elección y devoción a una causa, todos ellos pertenecen en particular a la sefirá de conocimiento, y el Zohar define el conocimiento como la "llave" que abre los seis atributos del corazón.
Con referencia a la rectificación del estado de Israel, la sefirá de conocimiento se centra en el reconocimiento de que somos el pueblo elegido, como dice el versículo: "Y vosotros seréis para mí un tesoro entre todas las otras naciones".10
Hoy en día, el término "Pueblo Elegido" puede sonar un tanto desagradable, ya que se identifica erróneamente con el racismo. Esta aversión se intensifica bajo el trasfondo de la monstruosa teoría racista (que no vamos a mencionar por su nombre), cuyos defensores han arrojado sobre nosotros el período más oscuro y sangriento de la historia judía. Pero hay que dejar claro que estamos hablando de la diferencia entre la luz y la oscuridad, y la verdad es que la elección del pueblo judío por Dios nos obliga a una mayor responsabilidad de mejorar, e incluye dentro de ella el bien y la bendición para el mundo entero.
Tratar de huir de la singularidad del pueblo judío, o intentar crear una igualdad imaginaria entre todos, es como alguien que huye de su propio ser y se olvida de su nombre e identidad. Olvidar la propia identidad lleva a deteriorarse aún más, hasta desdibujar los límites entre amigos y enemigos (que por desgracia sucede muy a menudo). Por lo tanto, la rectificación debe ser alcanzada mediante la aceptación de un entendimiento profundo y correcto de que somos un pueblo especial, y vinculándonos a nuestra cadena de tradición judía a través de la cual corre el cordel escarlata del reconocimiento de que "Tú nos has elegido de entre todas las naciones, Tú nos amas y nos has deseado".11
Hasta aquí hemos sentado las bases iniciales para rectificar la situación en los planos supra conscientes y conscientes y racionales del alma. Una vez que se ha logrado esta percepción correcta, podemos empezar a descender a los niveles prácticos del proceso, al igual que en nuestra alma humana en la cual nuestras emociones y acciones derivan del intelecto que está por encima de ellos y los motiva a manifestarse.
CONTINUARÁ
                 1 A partir de la bendición ahavat olam [amor eterno] recitada antes del kriat shemá cada mañana.
2 Por ejemplo, como afirma Maimónides (Leyes de Reyes 12:2), "Todas estas cosas y cómo serán nadie sabrá nunca cómo van a ser hasta que sucedan."
3 El penúltimo principio de los Trece Principios de la fe de acuerdo a Maimónides.
4 Salmos 111:10.
5 Maimónides, Leyes de Robo y Pérdidas de Propiedades, 5:11.
6 Maimónides, Leyes de Reyes 3:9.
7 Ver Haiom Iom, 14a Iiar.
8 Salmos 19:8.
9 Sanhedrin 27b.
11 Éxodo 19:5.
12 De los versos del kidush dicho en las festividades.





22 de Iyar, 5774

 Una Declaración del Rabino Itzjak Ginsburgh

 En respuesta a varios reportes de la prensa y acusaciones sin fundamento me gustaría (una vez más ) afirmar que no he alentado o ayudado de modo alguno a organizar el fenómeno denominado  "tag mejir" ("etiqueta de precio"). Aunque entiendo la gran frustración entre ciertos jóvenes frente a las políticas actuales del gobierno injustas e inmorales, yo enseño que la respuesta apropiada en estos casos es a través de las palabras y no con hechos. La verdadera fuerza del pueblo judío está en nuestra capacidad para expresar claramente nuestras opiniones y de ese modo influir en los demás para el bien. En este sentido, creo que a través de la educación y la fuerte identificación con la moral, la ética y la tradición judía, podemos crear cambios muy necesarios en la dirección del Estado de Israel
Por la Gracia de Di-s

Un LLamado a las Naciones del Mundo,
Líderes Religiosos, y al Líder de la Iglesia Católica,
El Papa

erg


por el Rabino Itzjak Ginsburgh


Todos creemos en la Providencia Divina del Creador, bendito Sea. También cuando la persona decide ir por un camino determinado, por motivos que son de su conocimiento, la Mano de Dios dirige sus pasos desde lo Alto, por razones ocultas a la conciencia del hombre. En el lenguaje del salmista de Israel: “¿Dios afirma los pasos del hombre, su camino Él aprobará” (Salmos 37:23).                           


Si es así en todos los detalles de la vida personal de una persona, más todavía acerca de las personas cuya vida produce una influencia crítica en el conjunto de la historia de la humanidad. Aquí también existe el aspecto revelado y consciente para el hombre mismo, y el lado oculto, sólo revelado y conocido por Dios, con la intención Divina  del destino del mundo que Él creó en Su honor.


Acerca de Ieshu haNotzri, el Rambam de bendita memoria escribe "se imaginó ser el mesías" e intentó "construir una visión", pero "fracasó". En vez de redimir a Israel y el mundo todo, provocó que “los judíos sean matados por la espada, sus remanentes sean esparcidos y humillados, que la Torá sea alterada, y hacer equivocar a la mayoría del mundo haciendo servir otro dios antes que el Señor.”
Así sigue Maimónides:


"Pero no está en poder del hombre captar el pensamiento del Creador del mundo, pues nuestras maneras no son Sus maneras, ni nuestros pensamientos son Sus pensamientos. Y todos los hechos de Ieshu Hanotzrí y el Ismaelita (es decir Mahoma) que se levantó después de él no son sino para preparar el camino hacia el rey Mashíaj. Para la mejora del mundo entero, para servir a Di-s unidos, como está escrito (Tzefaniá 3:9): "Yo transformaré a las naciones a un lenguaje claro para que invoquen todas el nombre de Di-s y lo sirvan con un único propósito".
"¿Cómo ocurrirá esto? El mundo entero ya se ha llenado del tema del Mashiaj, así como de la Torá y las mitzvot y se extendieron estos conceptos a islas lejanas y a muchas naciones de corazón insensible, y ellos analizan estas cosas y las mitzvot de la Torá. Unos dicen: "Estas mitzvot eran verdad, pero caducaron en este tiempo y no son aplicables a estas generaciones”. Otros dicen: "Hay conceptos ocultos en las mitzvot y ellas no deben cumplirse de acuerdo a su explicación simple; el Mashiaj ya ha venido y los ha revelado." Y Cuando se levante el rey Mashiaj de Verdad y cuando triunfe, y se eleve y enaltezca, de inmediato todos en el mundo recapacitarán y sabrán que heredaron una mentira de sus padres y que sus profetas y antepasados los confundieron."


Meditemos en la situación existencial del mundo: desde la fundación de la religión cristiana pasaron casi dos mil años, décadas de dolor y sufrimiento sin cesar para millones de personas, a pesar de los muchos logros de la cultura humana, especialmente en la ciencia y la tecnología. Cada día que pasa aumenta el gritó, "de las entrañas del hombre, de lo profundo del corazón”, por la salvación de Dios, la redención verdadera y completa por nuestro justo Mashíaj. En palabras de Daniel hombre de gracia (según los sabios es una clara figura del Rey del mashíaj): "¿hasta cuándo [hay que esperar que llegue] el final  de maravillas?".


El profeta de nuestra generación, el Rebe de Lubavitch advirtió que nuestra generación es la generación de la redención. Con el fin de apresurar la venida del Mashíaj verdadero debemos ya "vivir con el Mashíaj". Es hora de que las naciones comiencen a “vivir con el Mashíaj”, y como se mencionó antes en las palabras de Maimónides, retornar y saber una mentira nos heredaron nuestros antepasados. Esta verdad se comprenderá y se recibirá en el corazón sólo a partir del reconocimiento de que “vuestros pensamientos no son como Mis pensamientos”, como dijo el Rambam.
Los pasados dos mil años han demostrado la especial Providencia Divina que ha protegido al Pueblo Judío, y el fracaso de otras religiones en protagonizar el rol de portadores del mensaje de Di-s, que ellos se apropiaron para sí mismos. Los pueblos esclarecidos (y lo que es más alentador, dentro de la iglesia católica misma), han reconocido ambos puntos.


Ahora es el tiempo de que la intención oculta de Di-s, que ha guiado toda la historia hasta este día, sea revelada totalmente. Sólo de esta manera puede cada uno de los individuos, admitir sinceramente la verdad, y prepararse a si mismo y a su entorno, para dar la bienvenida al verdadero Mesías, que vendrá inminentemente y nos redimirá a todos.


¡Los rabinos del Pueblo de Israel, los judíos de todas las corrientes, los justos conversos y los hijos de Noé que van de acuerdo a la Torá,  hacemos un llamado fervientemente a todas las personas laicas, a los líderes religiosos y al Papa que está al frente de la Iglesia católica a retornar y admitir la verdad!
Todos estamos sedientos por la salvación: somos conscientes del terrible sufrimiento soportado a lo largo y ancho del mundo, y creemos que toda la benevolencia y la alegría que la humanidad está destinada a heredar, vendrá con la llegada del verdadero Mashíaj. En Cabalá se explica que Mashíaj, משיח , es una combinación de las letras ישמח , “alegrará”. Y como la esencia de su mensaje es la alegría, nuestro retorno a la verdadera fe, la Torá de Moshé (que fue dada tanto para el pueblo judío como para los justos de los pueblos del mundo), un retorno tal que tiene el poder de despertar el espíritu mesiánico en toda la humanidad, y materializar la llegada del Mashíaj mismo, sólo puede llevarse a cabo con alegría.


Para finalizar: Por la causa de Di-s y de la promesa de buenaventura para la humanidad, ha llegado el tiempo de que realices una transformación radical, afrontes la realidad sinceramente, abandones tus antiguas creencias y reconozcas la absoluta verdad! Imagina cuán gratificado estará nuestro Padre Único en el Cielo, nuestro bendito Creador, de ver tal demostración inigualable de coraje y dedicación.


Cuanto mayor influencia tengas sobre tu entorno, mayor es tu responsabilidad. Tu deber sagrado es esclarecer y despertar los corazones de tus seguidores, para que abandonen las erróneas creencias que han heredado de sus padres y su cultura, y comiencen a seguir los senderos de los justos de las naciones del mundo, como nos enseña la Torá de Moshé, y con regocijo y benevolencia de corazón, prepararnos para la inminente llegada del verdadero Mesías.


Imprímelo y repártelo a tus conocidos y personas que quieran conocer la verdad.

jueves, 15 de mayo de 2014


PESAJ SHEINI EN IERUSHALAIM
EN LA TUMBA DEL REY DAVID

14 de Iiar 5774 - 14 de Mayo: Hitvaadut con el Rabino Itzjak Ginsburgh, Ierushalaim

12 de Iiar 5774 - 12 de mayo: Tefilá Multitudinaria, 15:00 hora de Israel

"Y subirán los redimidos al Monte Tzión para juzgar al Monte de Eisav Y será para Hashem el reinado" 


El gobierno del Estado de Israel quiere entregar a la iglesia parte del edificio de la Tumba de  David

Hoy: 56% del Monte Tzión está en manos cristianas [en rojo], 19 % en manos del estado, 12 % Ieshivá Beit Hatfutzot
(hacer click en la imagen para agrandar)
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REUNIÓN EN LA CASA DEL RAV CON LOS ACTIVISTAS DE LA CAUSA
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Ya hace mucho tiempo que el rabino Ginsburgh se ocupa del peligro de entregar la Tumba del rey David en manos de los cristianos, Dios no lo permita. Esta semana hubo una reunión en su casa con los activistas que se ocupan del tema. Por eso el rabino va a realizar la reunión jasídica de este Pesaj sheini el día miércoles 14 de Iaar, 14 de mayo. Serán bendecidos los que donen para la realización de este evento.
Hoy día lunes 12 de Mayo se realizará una Plegaria en la Tumba de David, y el rabino llama a sumarse al evento.
Seguiremos con las actualizaciones


Instituto Gal Einai

La Dimensión Interior La Universidad de la Torá

CURSOS INTERACTIVOS DE CABALÁ Y JASIDUT

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La Dimensión Interior www.dimensiones.org spanish@inner.org
בס"ד
חמישים שערי בינה
Los 50 Portales del Entendimiento HaRav Itzjak Ginsburgh, שליט"א

Clase 1 - Introducción: La Meditación para la verdadera Elevación Espiritual
13 de Iiar 5774 13 de Mayo 2014


Esta es una breve introducción al tema de la meditación en general. Se trata de una aplicación práctica de los principios que discutiremos en relación al בטול (bitul, anulación), la expresión interna de la devoción a Hashem asociada con חכמה (jojmá, sabiduría), necesaria para introducirse en la meditación de בינה , biná, entendimientoy sus 50 portales de la manera más pura y consciente.
Muchas personas regresan al judaísmo después de haber explorado otros sistemas espirituales y técnicas de meditación. En la medida en que tales experiencias despertaron el deseo en el judío de explorar su religión nativa, en esa medida han servido, por Providencia Divina de Hashem han tenido una función positiva en la vida de la persona.

El siguiente paso, sin embargo, si uno desea seriamente aprender las verdades profundas de la tradición judía, es la necesidad de מבטל (anular) absolutamente las propias nociones preconcebidas acerca de la religión, la meditación y el desarrollo espiritual. En vez de esto, las personas se aferran a sus filosofías no judías, imaginando paralelismos donde no los hay y distorsionando el judaísmo para satisfacer sus concepciones falsas y extranjeras de las cosas.
Visto a nivel groso y superficial, sí existen similitudes entre el judaísmo y otros sistemas espirituales, pero a un nivel sutil hay diferencias importantes con implicaciones prácticas importantes. Desafortunadamente, el cambio y la transformación del trabajo espiritual ocurren en realidad en estas dimensiones sutiles, por lo tanto sobre todo aquí es donde se requiere un mayor grado de pureza. Incluso un pequeño desequilibrio a este nivel tendrá un efecto enormemente amplificado en el comportamiento externo de la persona. De la misma manera que un cohete, si está sólo medio grado desviado de su meta en el despegue, se va a desviar cientos de kilómetros de su destino previsto, y por el tiempo que voló ya debería haber llegado a su meta.
Dentro de un marco de la Torá, la intención y el objetivo de la meditación siempre deben estar encaminados a Hashem mismo, lo que implica la anulación de cualquier experiencia de sí mismo, tanto al nivel de la personalidad, como al nivel más elevado del (Divino) yo superior. En la meditación no judía y la psicología, está la idea de que la identificación con un estado superior del "ser" puede dar lugar a la anulación de nuestra naturaleza inferior. Pero la intención de la meditación judía es sustituir el pequeña ego de la personalidad con un yo más puro que esté en armonía con el pulso del universo y de ese modo unificarse con la Voluntad de Hashem.

En el judaísmo la Voluntad de Hashem ha sido revelada en el nivel consciente de nuestras almas en la forma de la Torá y las Mitzvot. El alma Divina en el judío reside dentro de él (como decimos en las oraciones de la mañana "נשמה שנתת בי טהורה היא ", "El alma que me has dado en mi interior es pura", mientras que en el caso del no-judío, su superego espiritual sobrevuelapor encima de suyo, por así decirlo, y por lo tanto necesita ascender por   encima de su yo inferior con el fin de identificarse con su yo superior. La manifestación del alma Divina en el judío es a través de conectar su pensamiento, palabra y acción de la Torá y las Mitzvot: 1) ir pensamiento por pensamiento a través de la meditación en la oración - el servicio del corazón para llegar a ponerse en contacto con Hashem; 2) de palabra en palabra "פה אל פה " en el estudio de la Torá; 3) de acción en acción en el cumplimiento de las Mitzvot. El nivel inmanente del alma Divina está conectado arriba a su nivel más trascendente como una cuerda, cuando el extremo inferior se mueve lo mismo ocurre con la parte superior. La raíz trascendente del alma se manifiesta totalmente en el acto de מסירת
נפש , mesirut nefesh, la entrega absoluta a Hashem.
Para fortalecernos en el servicio a Hashem es importante identificarnos con nuestra alma Divina, en el sentido de darnos cuenta de que yo, como judío, soy un hijo de Hashem y por lo tanto poseo el poder y el don esencial entregado por mi Padre para ir en todos Sus caminos y superar todos los obstáculos aparentes que parecen impedir mi camino en la vida y tratar de lograr la unidad con Él (tanto objetiva -por afuera, como subjetiva por dentro).
No es así para el בינוני , benoni, el hombre intermediodel Tania (el nivel de servicio a Hashem que está al alcance de todo judío, a diferencia del de צדיק , tzadik, justo, que es sólo para los elegidos), nuestro estado continuo de auto-conciencia el "Yo"- es del alma animal humana, que tiene su propio super-ego y de su objetivo no es el servicio Divino. Mientras que el alma Divina se revela dentro de nuestra conciencia constantemente en la forma de la Torá y las Mitzvot como se explicó anteriormente.
La presencia del alma Divina judía en el estado externo de la conciencia del alma animal humana y el cuerpo físico, pretende estar en un estado de verdadera unidad, como la de masculino y femenino, como se explicará con la ayuda de Dios. El no judío no posee esta unidad interior, y por lo tanto busca la trascendencia a un estado superior de sí mismo -que en realidad no es más que un estado superior de frustración- porque siempre permanece en estado de femenino, sin la unión del "masculino", porque ser trascendente también es sólo el super-ego del alma animal humana.
Cuando el no-judío acepta los 7 mandamientos de los hijos de Noé, como viniendo de la máxima autoridad de la Torá de Moshé (según ha explicado el Rambam), entonces -por primera vez- su naturaleza femenina es capaz de experimentar unión. De lo contrario, todo su "servicio" está auto limitado en la experiencia de la satisfacción del yo superior, o como en muchas religiones extranjeras, perdiéndose por completo en la nada.

El judío, aunque en un estado de unión, no obstante nunca se encuentra "satisfecho" con yo, porque el sentido Divino interior del judío está en sintonía con el objetivo último de la creación -דירה בתחתונים , dirá betajtonim (una morada verdadera y completa para Hashem aquí abajo en este mundo), y en tanto que este propósito no se haya cumplido, el judío está siempre en un estado de ansiedad existencial ("לבו דואג בקרבו ", livó doeg bekirvó, su coracón está ansioso en su interior). Esto no impide la posibilidad de experimentar la mayor alegría en el cumplimiento de la Voluntad de Hashem abajo, siendo este el único camino que conduce a la finalidad última de דירה בתחתונים :
El Zohar dice que las tradiciones espirituales distintas de la Torá son impotentes ( אל אחר
אסתרים ), y no pueden engendrar un verdadero estado de unificación. En un intento por compensar esta condición estéril, enfatizan "una experiencia elevada". La idea es "elevarse"  
abstrayendo el yo inferior y divirtiéndose en un nivel elevado del ser, pero aunque aparentemente están más cerca de Hashem, no está todavía unidos a Él.

Cuando Iaakov y Lavan estaban negociando el reparto de los bienes, tratando de ponerse de acuerdo sobre cómo dividir el ganado, Iaakov decidió llevar el ganado manchado, aquellos con puntos y rayas y otras extrañas marcas. Así, los animales "normales" se quedarían con Labán, mientras que los "no convencionales" se convertirían en judíos. Después de este acuerdo, Iaakov expuso a los rebaños a estacas que fueron peladas y rayadas con un patrón particular. Los sabios (חז"ל ) dicen que esas ovejas que "podían calentarse en su propia piel", no se aparean, se mantenían normales [sin manchas], y no daban descendencia mancha. Éstos se quedaron con Labán. Aquellos que necesitaba de la unión, que no podían existir sin la unión de masculino-femenino, daban a luz progenie manchada y pasaban a ser propiedad de Iaakov.
Esta es la parábola de la diferencia entre los sistemas de meditación y el desarrollo espiritual judío y no judío. Dentro de un marco no-judío, lo ideal es "trascender" la necesidad existencial de la unión, "calentarse a uno mismo en la propia piel", por así decirlo, sintonizando una frecuencia más alta de la conciencia y superando así el deseo de la asociación y las relaciones matrimoniales. Por el contrario el judaísmo insiste en la plenitud del matrimonio y la familia, que es la máxima expresión de la unión de Hashem y la Congregación de Israel, כנסת ישראל , como un componente necesario del desarrollo espiritual. La necesidad de קשר (kesher, unión en relación), tanto en el sentido espiritual como físico, es la verdadera marca de un judío.
Cualquier intento de desarrollarse espiritualmente sintonizándose con un ser superior y con ello anular el inferior es totalmente ilusorio y en última instancia contraproducente. Esto se debe a que la potenciación de cualquier nivel del ser, ya sea superior o inferior, refuerza lo que en última instancia nos separa de Hashem. El judaísmo enseña que el verdadero yo, el
נפש אלוקית , nefesh elokit, alma Divina, sólo se revela en toda su pureza a través de un acto de unión. La máxima expresión de esta unión (ya sea espiritual o personal) es el secreto del Shabat, porque el poder anulador de ese día permite la completa aniquilación del ser, así como cualquier cosa que contradiga la unidad absoluta y experiencial de Hashem.
LA CUENTA DEL TIEMPO
En la Parashat “En el Monte Sinaí” está escrito el precepto de Shmitá [año sabático] y el precepto de Iovel [año de jubileo]. Cada séptimo año es una año de descanso de la tierra y luego de 7 años llega el año de Iovel:[Vaikrá 25:8-10]
וְסָפַרְתָּ לְךָ שֶׁבַע שַׁבְּתֹת שָׁנִים שֶׁבַע שָׁנִים שֶׁבַע פְּעָמִים וְהָיוּ לְךָ יְמֵי שֶׁבַע שַׁבְּתֹת הַשָּׁנִים תֵּשַׁע וְאַרְבָּעִים שָׁנָה... וְקִדַּשְׁתֶּם אֵת שְׁנַת הַחֲמִשִּׁים שָׁנָה וּקְרָאתֶם דְּרוֹר בָּאָרֶץ לְכָל ישְׁבֶיהָ יוֹבֵל הִוא תִּהְיֶה לָכֶם".
“Y contarás siete Shabatot de años, siete años siete veces y serán para ti los días de siete semanas de años nueve y cuarenta años… y consagrarán el año cincuenta y proclamarán liberación en la tierra a todos sus habitantes, Jubileo será para ustedes”.
Esta cuenta recuerda por supuesto la cuenta del omer, sobre la que leímos en la parashá anterior, Emor, escrita en un lenguaje similar: [Vaikrá 15:16-17]
"וּסְפַרְתֶּם לָכֶם מִמָּחֳרַת הַשַּׁבָּת... שֶׁבַע שַׁבָּתוֹת תְּמִימֹת תִּהְיֶינָה"
“Y contarán para ustedes desde el día siguiente a Shabat--- siete Shabatot completos serán”.
Salvo que aquí contamos años y allí días, y además tomemos en cuenta que esas dos cuentas las leemos en la Torá durante los días de la cuenta del omer.
Si vamos un poco para atrás en el libro de Vaikrá, encontramos otras dos cuentas similares (en la parashá Metzorá): Sobre la impureza del hombre está escrito: [Vaikrá 15:13-15
"וְכִי יִטְהַר הַזָּב מִזּוֹבוֹ וְסָפַר לוֹ שִׁבְעַת יָמִים לְטָהֳרָתוֹ"
“Y cuando se purifique el que tiene flujo de su flujo y contará siete días para su purificación”.
Y en cuanto a la impureza de la mujer está dicho: [Vaikrá 15:19]
"וְסָפְרָה לָּהּ שִׁבְעַת יָמִים וְאַחַר תִּטְהָר".
“Y contará siete días y luego se purificará”
En la mayoría de los años, también estos versos se leen durante la cuenta del omer.
Como la cuante de la impureza del hombre y de la mujer son similares, encontramos que en total tenemos 3 cuentas: años de Jubileo, días del omer, y la purificación de la impureza del hombre y la mujer. Estas son las únicas veces en la Torá que se ordena contar, y en todas contamos el tiempo, tomamos conciencia del tiempo que pasó y transcurre, de los siete días de la cuenta de la purificación, pasamos por los cuarenta y nueve días del omer y otros cuarenta y nueve años de las shmitot seguidos del año de iovel.
El judío siempre cuenta
La cuenta del tiempo es uno de los rasgos más sobresalientes de la cultura humana. Pero no es suficiente con reconocer el reloj que va marcando las horas, nuestra misión es darle significado al tiempo. Así se dice sobre los grandes tzadikim que siempre contaban, y explicaban: “esta es la cuestión del servicio a Dios: “las horas deben estar numeradas, y entonces también los días deben estar numerados. Al final del día hay que saber qué se hizo y qué hay queda para el futuro, teniendo que esforzarse para que mañana sea mucho más bueno que hoy” (calendario de Día en Día, 1 de Iaar).
De acuerdo con esta interpretación, la cuenta del tiempo implica prestarle atención y suma importancia a cada día y a cada momento (porque este momento no existió ni existirá nunca más). No dejes que el tiempo te dirija, dirígelo tú, conviértelo en un tiempo que cuenta, significativo. La sabiduría de la cuenta judía comienza con Abraham Avinu, al que se atribuye la sabiduría del “Sefer Ietzirá” que revela los secretos de la creación de acuerdo a las diez sefirot [también de la expresión sefarim, números]. Abraham contó todos sus momentos y sus días, no desperdició ni uno, por eso fue “ba baiamim”, “venido en días”, todos los días venían a él.
El Ciclo del Siete y la Naturaleza
Además de este significado de la cuenta del tiempo, darle importancia a toda “partícula de tiempo”, meditemos en las tres clases de cuenta en la Torá en las cuales se resalta la cuenta del tiempo acumulado.
La cuenta del tiempo es de forma cíclica, círculos y círculos de siete, donde el número siete expresa la integridad del mundo natural, como se relata en la parashá Sheminí, que va girando de manera natural, “generación va y generación viene… gira y gira va el viento” [Kohelet 1:6], como las aguas del reloj que giran en círculo.
En Cabalá, el número siete corresponde a las siete cualidades, que conocemos muy bien de las kavanot de la sefirat haomer, de jesed de jesed hasta Maljut de Maljut. En la psiquis humana, las siete cualidades son la parte emocional [murgash] y conductual [mutvá] que tenemos, el universo de las emociones del corazón y los potenciales de acción. Pero sobre las emociones encontramos un piso superior que son los poderes intelectuales, mojín, “la mente”, nuestra inteligencia, [muskal], el poder que tiene que orientar y rectificar las cualidades. Si el tiempo mismo que fluye se relaciona con las cualidades, con el mundo natural, por su lado la cuenta-sefirat del tiempo principalmente es una actividad intelectual, el hombre tiene conciencia de lo que sucede y las diferentes clases de la cuenta expresan niveles diferentes de conciencia, como explicaremos:
Desde atrás hacia adelante
Comencemos con la comparación entre la cuenta de la purificación y la cuenta del omer. La cuenta del omer es muy bien conocida: cada uno al comenzar el día (o sea al anochecer) bendice “sobre la cuenta del omer” y cuenta oralmente “hoy es un día del omer”, “hoy es dos días del omer”, etc. Por su lado, la cuenta de la purificación del flujo, no es necesario contarla con la boca los 7 días, y por supuesto no hay que bendecir por la cuenta. Es decir, el significado de la orden “y la contará” es “prestar atención a los días”, cuidar la cuenta de los días y revisar que sean limpios de impureza. En la cuenta del omer lo principal es la cuenta misma, porque después de contar “un día del omer” no tengo que hacer nada más ese día… por el contrario, en la cuenta de la purificación lo principal es el resultado práctico, supervisar que transcurran 7 días limpios de impureza.
Desde el punto de vista interior, la diferencia entre las cuentas es la misma diferencia que hay entre las dos clases de conciencia: en la cuenta de la pureza se habla de una conciencia relativamente baja, que depende de las cualidades del corazón, en cambio en la cuenta del omer se habla de una conciencia superior, que existe por sí misma.
El flujo es como una enfermedad, y la persona que experimentó en su carne el efecto del tiempo se ocupa en controlar su limpieza en los días de la cuenta. En esta cuenta no se habla de un aspecto intelectual sino de una vivencia práctica, y lo principal es el resultado práctico y no la conciencia en sí misma, por eso no se cuenta con la boca. Una conciencia como esta se llama conocimiento o conciencia de “אחור ”, ajor, “posterior” y no "פנים" , panim, “adelante”, porque permanece en segundo plano, escondida dentro del mundo de los sentimientos y la acción, la dirige y la vitaliza, pero no aparece de forma explícita ni se dice, como el lado posterior de la cabeza donde no hay ojos ni boca. Esas personas impuras por el flujo [zab y zabá] esperan que por mérito de la cuenta se liberen de la enfermedad y salgan del círculo de la impureza, suban del universo inferior de las cualidades del corazón hacia las cualidades relacionadas con el intelecto, pero por el momento están confinados profundamente dentro del mundo emocional y práctico que no está iluminado por la luz de la mente.
La cuenta del omer, por su lado, es una conciencia del “frente”, el rostro, “la sabiduría del hombre iluminará su cabeza”: aquí lo principal es la conciencia misma, a tal punto que se puede y es necesario anularla en la expresión explícita de la boca. Está explicado que el asunto de la sefirat haomer es elevar y rectificar las cualidades, comenzando por las cualidades “pequeñas”, como en el animal, y se las transforma en “adultas”, las cualidades del hombre, tal como se expresa en la transición que sucede desde la ofrenda de minjá del omer el primer día de la cuenta, consistente en cebada que es un alimento animal, hasta los “dos panes” de trigo que se ofrendan en Shavuot, alimento humano.
La cualidades se rectifican a través de la expansión del intelecto, hamshajat hamojín, no quedan en el ámbito de las cualidades naturales y corrientes, sino que se traslada a la mente, y esta es la gran diferencia entre el hombre y el animal. Por eso en la cuenta del omer se resalta que no seguimos volviendo en un círculo infinito, sino que nos encontramos en un proceso claro de progreso, que comienza en el mes de nisán, donde todo se renueva y en él salimos de Egipto, y finaliza con la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí.
En verdad, en el libro de Zohar [III, 96a] se explica que la sefirat haomer es como la cuenta de la purificación de la mujer para el marido: frente a los “siete [días] limpios están las siete semanas, frente a la unión entre el hombre y la mujer luego de la inmersión en la mikve está la festividad de Shavuot donde se produce la unión superior entre la novia y el Novio, la congregación de Israel y Hashem. Y con todo, en la cuenta de purificación misma el acento está en las cualidades naturales por sí mismas, en cambio en la cuenta del omer el acento está en la elevación de las cualidades a través de la mente. Si observamos en detalle los conceptos del sistema de las sefirot de la Cabalá, podemos comparar [lehakvil] la cuenta de la purificación con el “daat tajtón”, “el conocimiento inferior”, equivale al alma dentro de las cualidades, y la cuenta del omer equivale a la sefirá de jojmá, “sabiduría”.
El Gran Jubileo
Ahora llegamos a la cuenta de los años de Shmitá y Iovel, año sabático y jubileo. Lo especial de esta cuenta, respecto a las cuentas de la purificación y del omer, es que aquí contamos años, שנים , y que la cuenta está destinada especialmente al Beit Din Hagadol, la Gran Corte de Justicia, y no a los judíos individuales. Es algo comprensible, porque cuando se cuenta durante un período largo de tiempo, la persona no puede sostener la atención tanto tiempo y sólo el gran Beit Din, como representante de la sociedad (“Las sociedades no mueren”) puede contar la sucesión de años y generaciones.
Y en cuanto a la expresión práctica, se puede decir que la cuenta del Iovel se encuentra “en el medio”, entre la cuenta de la purificación y la cuenta del omer. En las enseñanzas de los sabios no hay una referencia explícita de cómo se cuentan los años, y los sabios medievales discrepaban en esto. Algunos dicen que en el Bet Din se cuenta en voz alta, igual que la cuenta del omer individual (e incluso bendicen por la cuenta), y hay quien dice que esta cuenta es como la de la pureza del flujo, por lo tanto sólo cuidar y controlar la cuenta de los años y los años sabáticos, para confirmar que el resultado en la acción sea correcto.
¿Y cuál es el significado interior de esta cuenta? De manera simple, los años de Shmitá y Iovel son una dimensión de la historia. Además se explica que los años de Shmitá alude a todo el transcurso de la historia del mundo, de acuerdo a las palabras de los sabios acerca de los seis mil años que existe el mundo y luego el séptimo milenio futuro que es como una Shmitá”. El año de Iovel, en el cual todo vuelve a como era al principio, los dueños vuelven a su propiedad y los esclavos son liberados, alude al “Gran Jubileo”, que es el Mundo por Venir.
Los cabalistas incluso describen un proceso de siete shemitot donde cada una tiene siete mil años, y luego llega el milenio cincuenta, y así se habla de “los cincuenta mil jubileos” (Torat HaShmitat), salvo que el Arizal explica que esto no es así exactamente sino que explican procesos de mundos espirituales superiores.
Los sistemas de las sefirot de la Cabalá, invitan a comparar [lehakvil] la cuenta del Iovel con la sefirá de biná, “entendimiento”. Cuarenta y nueva años y el año cincuenta después de ellos coinciden con los “cincuenta portales del entendimiento” de los cuales se nos entregó 49 portales, y el portal 50 quedó sin entender. Pero además de esta comparación, que también es cierta para la cuenta del omer, la sefirá de biná misma se llama en el libro de Zohar “Iovlá”.
La biná (בינה ) se llama así porque es un cerebro “beinoní”, intermedio, (בינוני ) ya que se encuentra “entre” (bein, בין ) el frente y el dorso, jojmá y daat, sabiduría y entendimiento. Biná se relaciona con la realidad pero no está sumergida en ella, es la “madre”, ima, אמא , que genera las cualidades y por eso ella experimenta (חווה , jová, de ahí Javá, la primera madre) las subidas y caídas de sus hijas, las cualidades, pero ella las conduce, despacito y con seguridad en el proceso de superación. Así es la cuenta (sefirá) de los años de la Shmitá (el séptimo año de descanso de la tierra) y Iovel (el año cincuenta) no vuelve cada vez a su punto de inicio, sino que es una cuenta en un círculo que va progresando, que va subiendo. Es una cuenta (sefirá, ספירה ) en espiral (spirala, ספירלה ), pero sólo los líderes del pueblo en el Gran Bet Din pueden percibir los pulsos de esos procesos evolutivos tan largos.
Cada cuenta (ספירה , sefirá, de numerar) tiene un cuento (סיפור , sipur, historia) propia: La cuenta de la purificación es un cuento personal de cada uno de nosotros. La cuenta del jubileo es el “libro de las crónicas”, ספר דברי הימים , Sefer divrei haiamim, el gran cuento de la historia. La cuenta del omer es la cuenta más elevada de todas, la historia del Pueblo de Israel que sale de Egipto y llega a la Entrega de la Torá. La cuenta del omer “ilumina”, (como la piedra de safiro, ספיר , sapir) todas las cuentas y cuentos, sefirot y sipurim, y nos asegura que para nuestra redención no necesitamos un proceso de años y generaciones. Se puede reducir el proceso de años a días, y podemos redimirnos este día tal cual. “Hoy, si Su voz han de escuchar”. [Tehilim 95:7, Sanhedrin 98a)       

viernes, 9 de mayo de 2014


DE LA PLEGARIA DE MINJÁ DE EREV SHABAT
Aquí puedes escuchar la melodía en MP3http://www.dimensiones.org/1musica/00musicamp3/17niguneileilshabat/01-Iedidnefesh.mp3

IEDID NEFESH:

(para adquirir el album completo de melodías MP3 por internet, escribir a admin@galeinai.org
Querido del alma, padre piadoso: atrae a tu servidor hacia tu voluntad.
Entonces correrá cual venado a inclinarse ante tu gloria,
y tu amistad le será más dulce que el néctar de un panal y que todo lo sabroso.
Exaltado y majestuoso resplandor del universo: mi alma está enferma por tu amor.
Te lo suplico, Dios, cúrala por favor, mostrándole tu agradable luz.
Así se fortalecerá y sanará con alegría eterna.
Señor, que se despierte tu misericordia para apiadarte del retoño de tu amado.
Pues hace tiempo que ansío intensamente contemplar la belleza de tu poder.
Mi corazón la anhela, ten piedad entonces y no te ocultes.
Manifiéstate, por favor, amado mío, y extiende sobre mí el ampara de tu paz.
Ilumina la tierra con tu gloria, para regocijarnos y alegrarnos en ella.
Apresúrate y muestra amor porque ha llegado el momento, y agrácianos como antaño.


 

  











HEIJALOT 37
LAS RECÁMARAS DEL REY
LA RECÁMARA DEL JASIDUT
“Yo – La Rectificación del Iesod”
“Tres Festividades – Tres Arrepentimientos”
18 de Nisan 5774 – 18 de Abril 5774 – Ieshivat Od Iosef Jai, Itzhar, Israel


¿Quién puede decir “yo”, אני , aní? Quien ha rectificado su brit milá, su iesod, יסוד , su fundamento. ¿Qué relación hay entre el yo con brit [el miembro del pacto de la circuncisión]? Aní, “yo”, implica און , on, la fuerza de la simiente del órgano reproductor, el brit, el iesod. Iaacov, quien es אין , ain, la “nada”, dijo al bendecir a su hijo primogénito Reubén כחי וראשית אוני , cojí vereshit oni, “mi fuerza y el principio de mi virilidad”. Iosef el justo, que es la máxima rectificación del pacto, como vamos a explicar enseguida, cuando sus hermanos lo vendieron –lo traicionaron- Reubén regresó al pozo y dijo “el muchacho no está ¿y yo, a dónde voy yo?”. Está confundido en cuanto a su “yo”, lo repite dos veces: “y yo, a donde voy yo”.
Estamos en Pesaj, pero en Sucot se invita a los “huéspedes”, Abraham, Itzjak, Iaacov, Moshé, Aharón, Iosef y David. De los siete, el único que dice “yo” junto con su nombre, es Iosef. El más cercano a él es David, iesod y maljut, fundamento y reinado. David dice “yo soy la plegaria”, no dice “Yo soy David”, (para quien el “yo” es derramar toda el alma ante Dios). Pero Iosef dice “yo soy Iosef”, y no sólo una vez sino lo repite dos veces. Primero “Yo soy Iosef, ¿todavía vive mi padre?”, es su primera revelación cuando se confiesa a sus hermanos que lo habían vendido a Egipto. Dicen los sabios que esa revelación es semejante a la del Monte Sinaí, la revelación de la Esencia Bendita de Dios, “Yo soy Iosef, ¿todavía vive mi padre?”. Y el siguiente verso continúa, “Yo soy Iosef vuestro hermano que me vendieron a Egipto”.

La Señal del Pacto que Yo les doy  

         [Dónde está escrita la palabra “yo” (sin una letra agregada) por primera vez en la Torá?, y todo sigue de acuerdo al comienzo: “Esta es la señal del pacto que Yo doy entre Yo y ustedes”. En el pacto del arco iris en la parashat Noaj. La primera vez que aparece ani, “yo”, muestra qué conectado está con el pacto. En todo el Tana”j está escrito 10 veces la expresión “Que Yo doy”, “asher ani notén”. Muestra que el yo rectificado, el secreto de la rectificación del pacto de la circuncisión, da felicidad, quien santifica el pacto es feliz, y es la primera de las diez veces, la “corona”.)


“Yo soy Iosef”, la identificación propia, para rectificar a “yo soy Faraón” (demostración del poder del estado)


 ¿Quién dijo “yo” antes de su nombre, que aparentemente viene a ser rectificado por “Yo soy Iosef” escrito dos veces? “Yo soy el Faraón”, אני פרעו , aní Paró. El faraón es el rey de Egipto, y como hay un faraón de la impureza, está escrito en Jasidut que también hay un faraón del lado de lo sagrado, como está escrito en el Zohar: “Y surgieron y se revelaron de El todas las luces”. Paró, “faraón” significa “revelado”, que es maljut, “reinado”, alma deitgalia, “el mundo revelado”.
¿Cuál es la diferencia entre “Yo soy el Faraón” y “Yo soy Iosef”. El significado literal es completamente diferente. Si observamos el comentario de Rashi: “Yo soy el faraón” está diciendo que tengo el poder de decretar, y mi decreto se cumple. “Yo soy el faraón” como “Yo Reinaré”, es la expresión del poder del reinado. Pero cuando Iosef dice “Yo soy Iosef” no es para demostrar poder, sino que se trata ya de kedushá, es para identificarse. ¿Quién soy yo”? “Yo soy Iosef, ¿todavía vive mi padre? “Yo soy Iosef vuestro hermano que vendieron a Egipto.
Es una enseñanza pequeña y simple, pero muy significativa. Está el “yo” del rey, y en general del reinado malvado, como el Faraón –visto literalmente- que esclaviza al pueblo de Israel. Entonces ese “yo” habla de ego y dominio, “Yo soy el Faraón”. Cosa que no es así con el “yo” de la santidad, “Yo soy Iosef”. Todo judío tiene una chispa de Iosef el justo, y en especial los que estudian o tienen algún nexo con la Ieshivá “Od Iosef Jai”, cuyo verdadero lugar no es aquí abajo en la colina sino en el Kever Iosef Hatzadik, “la Tumba de Iosef el justo” en la ciudad sagrada de Shejem, a donde queremos volver. Cuando Iosef dice “Yo soy Iosef” se está revelando, se da a conocer, es identidad.
Otra forma de ver la diferencia entre el yo del faraón, el yo del reinado, y el yo del fundamento, de Iosef. En palabras de Jasidut, está escrito que “yo soy el Faraón” es “esencia y expansión”, porque la fuerza es expansión, dominar la realidad circundante. Yo reinaré. Este yo es llamado “esencia y expansión”. זהוי = כח , 28 = fuerza =  identidad, aunque dos características opuestas.
Pero el yo de Iosef, “Yo soy Iosef, ¿mi padre vive aún?” “Yo soy Iosef vuestro hermano, etc.” Es el yo del “ocultamiento y revelación”. Tales las expresiones en Jasidut, de las bases de las bases de la sabiduría del Jasidut: hay dos niveles: “Esencia y expansión”, y “Ocultamiento y revelación”.
Hay dos formas de enfrentarse a la realidad. Está el camino de “yo soy el Faraón”, que es dominar, y el camino de “yo soy Iosef” que es darse a conocer, revelar la raíz del alma del judío. Aunque últimamente hablamos acerca de que “los baalei teshuvá gobernarán en el estado”, no debe ser de forma prepotente y dominante. Es una paradoja pero se asemeja más a “yo soy Iosef”, porque si tiene que ver con la revelación de nuestra identidad, con que la verdad se revele, entonces la verdad automáticamente dominará la realidad






La Recámara del Retorno“Tres veces al Año” – “Tres Niveles de Teshuvá”




[Hay tres cosas que se conectan entre sí, y al final de cuentas son una: Dios, la Torá e Israel. Hay que retornar a cada uno de los tres.] Retornamos a cada uno en correspondencia a las tres festividades del año, así está la teshuvá de Pesaj, la teshuvá de Shavuot y la teshuvá de Sucot, tres veces al año. En la festividad de Shavuot, que es “El Tiempo de la Entrega de nuestra Torá”, retornamos a la Torá, la recibimos de nuevo, declaramos “haremos y escucharemos”, recibimos los 613 preceptos de la Torá nuevamente.
El retorno de Sucot es retornar a la unión del Pueblo de Israel. Sucot es la festividad de la recolección, donde todos los judíos pueden sentarse en una sucá. [Como la expresión acerca de Iaacov que “se agregó a su pueblo”, aparentemente murió, pero no murió. ¿Cuándo están alegres los judíos? Cuando hay muchos judíos juntos, solo no se puede ser feliz.]
Ahora definimos que la festividad de Pesaj es retornar a Dios. ¿Qué significa retornar a Dios que no es retornar a la Torá, ni retornar a unirse o unificarse, sólo retornar a Dios? Salir de la esclavitud donde no había un Ser amado, esa relación de yo y Tú con Dios. Salimos de la esclavitud a la libertad, y ahora tengo a Dios, existe ese Ser amado a quien pertenezco y puedo retornar a Él. Esa es la teshuvá de la festividad de Pesaj.
Hay un sector de la sociedad que tiene que retornar, literalmente, que no cumple Torá y mitzvot. Ese retorno es traer un judío y otro y otro que diga “haremos y luego entenderemos”, que comience a ser un buen judío que cumpla con la Torá y los preceptos, que sea ortodoxo o no, no importa, lo principal es que sea un judío que cumpla la Torá y los preceptos. Este es el retorno del sector de la sociedad no religioso, principalmente. Esta es la teshuvá correspondiente a la festividad de Shavuot.
La teshuvá de cumplir la Torá y los preceptos que corresponde a todos, de tomar toda la responsabilidad posible para cumplir con todo, es la teshuvá de Sucot, el tiempo de nuestra alegría, esa es la alegría más grande.
¿Qué parte de la comunidad hoy tiene que retornar a la comunidad en general? Debe ser un sector que está un poco separado del colectivo. Se le dice que en Sucot tiene que estar todo el pueblo junto, como las 4 especies y dentro de la sucá, todo el pueblo de Israel unido. ¿Cuál es esta parte de la comunidad que, aunque judíos no quiere pertenecer a la comunidad judía en general, ni tampoco tomar responsabilidad sobre el destino de la sociedad? Este sector se conoce como el más ortodoxo.
De esto surge que esta festividad de Pesaj, el tiempo de nuestra libertad, es especial para el sector nacional, o religioso nacional, datí leumí. Tiene que hacer teshuvá, tiene que retornar a Dios. ¿Qué teshuvá tienen que hacer? Saber que hay algo más grande y por encima del estado. ¿Qué puede ser más importante que el estado, más que esa esclavitud mental? Si eres un judío creyente, tienes kipá en la cabeza, hay algo que está por encima del estado, Dios, si es que crees en Él, pensar que existe “algo así”.
Nuevamente, el trabajo de retorno de Pesaj, que es liberarse de Egipto, incluso en la santidad hay un Egipto. Egipto es el estado de estar satisfecho con el gobierno, el stablishment. La festividad de Pesaj, que es el tiempo de nuestra liberación, el tiempo de la libertad de expresión, algo que incluso los niños pequeños comienzan a profetizar, es la festividad de la visión de la redención, la fiesta de la gueulá, hay que ser redimido. Pero lo que hay aquí no es redención verdadera y completa por medio de nuestro justo Mashíaj. Para desear de verdad la redención, hay que renacer de la restricción, de la pequeñez de la fe ciega en Egipto.
Por supuesto todos estos retornos deben ser realizados por cada uno de nosotros.